El duende de Cañasgordas

Diversos relatos, que lucen más como experiencias personales, cuentan que, en el pueblo de Cañas Gordas, en Colombia, ronda un duende que le encanta hacer travesuras. Hay quienes creen que se trata más bien de una tribu de duendes, pero la apariencia de todos es similar. Son pequeños como niños y suelen llevar un sombrero.

La más común de sus travesuras consiste en ponerse a llorar para que un incauto lo lleve hasta su casa pensando que se trata de un niño hambriento. Una vez llegados y comidos, estos comienzan a crecer y a tomar una forma aterradora. Finalmente, se burla del anfitrión diciendo “ya tengo dientes”, mientras muestran unos dientes sucios y puntiagudos, para luego irse y desaparecer.

A día de hoy, en la misma localidad se comparten historias de niños feos que disfrutan de subir a vehículos y engañar a los conductores. Toman la forma de un conocido y simplemente desaparecen después de un rato conduciendo. Por otro lado, a los duendes de Cañasgordas también les gusta molestar a los niños que andan sobre sus bicicletas.

Pero, en definitiva, el más cruel de los relatos gira en torno a una señora que se adentró en el bosque siguiendo las risas de un niño. Cuando pudo ver la fuente de esas risas, conoció la aterradora apariencia de estos duendes. Aquella mujer fue encontrada días después en una cueva, llena de rasguños provocados por la criatura.

Mucho es lo que se dice sobre estos seres con respecto a su afán por las travesuras, pero en ocasiones resultan insuficientes para divertirse. Que su apariencia inofensiva no te engañe, cuando hacen de alguien el objetivo de su entretenimiento, los juegos de los duendes pueden llevar los juegos demasiado lejos.

Véase: https://elportaldelmiedo.net/3-relatos-sobre-duendes-historias-de-misterio/

Una respuesta a «El duende de Cañasgordas»

  1. Hola, parece que esto funciona bien!!

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